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SARTEN Y PLUMA, LOS CRONISTAS CULINARIOS DE PUEBLA

La ciudad es un mapa donde ha quedado grabada,
con señales muy precisas nuestra vida;
sitios donde probamos el mejor desayuno,
cafés donde fueron posibles los encuentros.
 La ciudad es inolvidable, injusta, irrepetible, ideal: es una abstracción, pero es tu vida. 

 Gabriel Wolfson, Puebla viaje y memoria, s/f.

Crónica y costumbrismo, fiel reproducción de los usos y costumbres de las diversas capas sociales y de las particularidades de la ciudad de Puebla; la de los Ángeles; la de Zaragoza; la Cuatro Veces Heroica y la de Becerril. Las fuentes de los cronistas se encuentran en la vida cotidiana, en el realismo que hacen propio, dándoles a sus crónicas un estilo y carácter muy poblano. Para este tema de Sarten y pluma, tenemos la aportación de autores reconocidos o, periodistas consagrados o incipientes.

Los textos referidos a continuación, están situados en varias vertientes de la literatura, ya sea en forma de artículos de costumbres, una crítica social y política: Guillermo Prieto y José Luis Dávila. Cuadros sociales que revelan una visión de la vida poblana de la época: Salazar Monroy, Miko Villa, Antonio Deana Salmerón y Edgar de la Cruz. Reportajes que informan sobre personajes, sucesos u otra temática: Enrique Cordero y Torres, Carlos Maceda, José Recek Saade, Jesús Manuel Hernández, Hugo Cabrera y Fabián Valdivia. Estampas picarescas sobre la abigarrada vida poblana: Óscar Alarcón.

Las crónicas, así como la cita, fueron extraídas de libros, revistas, tesis y la WEB. ¡De antemano, mi total agradecimiento a todos los autores, por brindarme un mayor conocimiento de nuestra gastronomía poblana!

Iglesia de la Compañía, 2015. Fotógrafo José Loreto Morales.

Iglesia de la Compañía, 2015. Fotógrafo José Loreto Morales.

Semana Santa de hogaño

Guillermo Prieto

El Jueves Santo en la mañana. Las seducciones de la gula […] los picaros mortales vacilan entre el pescado, los navegantes, las tortas y torrejas y la representación de escenas espirituales.

Ocho días en Puebla

Abril de 1879

Carpa, anguila y sollo “El libro de cocina” de Jules Gouffé. Antiguo jefe de cocina del Jockey-Club de París Madrid, Librerías de A. De San Martín, Editor, 1885. Biblioteca de la Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Carpa, anguila y sollo “El libro de cocina” de Jules Gouffé. Antiguo jefe de cocina del Jockey-Club de París Madrid, Librerías de A. De San Martín, Editor, 1885. Biblioteca de la Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

La típica cocina poblana

Salazar Monroy

La típica cocina poblana se caracteriza por sus azulejos, por sus braseros semicirculares y prismáticos, por sus hornillas redondas o cuadradas con atanores, por sus metates y cajetes de piedra granítica, por sus ventrudas cazuelas de barro con reborde vidriado para el mole de guajolote, por sus torteras para sopas, por sus grandes ollas de arcilla para cocer tamales y atoles o sabrosos champurrados, y también para refrescos de horchata, por las parrillas de fierro a forja para asar carnes. Relación documental. Las anteriores recetas (presentadas) fueron sacadas de los viejos apuntes de cocina, que las religiosas conservaban en sus conventos, y en cuanto a las medidas antiguas, se convirtieron a las modernas, suprimiendo las libras y onzas por kilos y gramos, conforme al actual sistema métrico decimal.

La típica cocina poblana y los guisos de sus religiosas

1945

Alimentos

Enrique Cordero y Torres

La cocina poblana no es complicada; buena parte de su recetario contiene guisos sencillos, económicos y variados, para el diario servicio de la mesa, como son sus sabrosísimos chilmoles y moles, sus fritangas, enchiladas, chilaquiles. En los tratados de cocina se enlistan: huevos en tortilla poblana, tortilla de huevo angelopolitana, huevos borrachos poblanos (con vino); ensalada angelopolitana, ensalada de coliflor; puchero poblano o cocido a la poblana; sangre de pavo o guajolote, guajolote al horno, guajolote a la poblana; guisos variados de puerco, sangre o moronga de cerdo, lechón a la poblana, costillas encebolladas de puerco; albóndigas, costillas en pulque, asado claveteado con salsa borracha (lleva pulque); enjitomatados, etc., etc.

Historia compendiada de Puebla

1965

Nostalgia gastronómica

Miko Villa

Tengo nostalgia por aquellas comidas abundantes e interminables, de largas e íntimas sobremesas, donde los acontecimientos del día, los recuerdos y la evocación alternaban con el chisme sabroso y mordaz. Se desayunaba temprano el café con leche, el pan de dulce, los frijolitos, pues los frijoles no faltaban en casi ninguna comida. Se almorzaba como a las once, enchiladas, chilaquiles, huevos o un bistec. Después, se comía la gran comida del día. Algunos todavía merendaban, algún chocolatito o alguna golosina a media tarde antes de que llegara la hora de la cena en la que se comía lo que había quedado de la comida junto con café con leche y pan de dulce

Puebla 450 años

1981

Comida en familia. Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Comida en familia. Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Algunos de los guisos provenientes de la cocina poblana

Antonio Deana Salmerón

Puebla a través de sus cuatro y media centuria de existencia ha ido refinando su cocina al mismo tiempo que hemos tenido el privilegio de conservar los guisos tradicionales de la ciudad […] Los dulces de Puebla. Inmensa en la variedad de los dulces poblanos y solo en pensar en ellos, se turba la mente y faltan las palabras no solo para hacer su descripción, sino hasta para formular una simple relación de ellos, puesto que no debe creerse que los dulces de Puebla se concretan a los Camotes y a las ricas Tortitas de Santa Clara. ¡No, por Dios! Esto es lo que busca el turismo nacional y extranjero por la gran fama que han adquirido estos dulces por su originalidad y exquisitez. ¿Por donde empezar? Hay dulces cubiertos, caramelos, pastas, jaleas, mermeladas, conservas, ates, mazapanes, merengues, muéganos, buñuelos, chongos, chocolates, cocadas, palanquetas, alegrías, duquesas, trompadas, charamuscas, compotas, etc.

Cosas de Puebla

1986

Diseño de tarjetas postales basadas en su gastronomía

Carlos Maceda

La importancia de la cocina poblana no solo radica en la habilidad de las cocineras, conocidas y anónimas, sino con la calidad de los productos con los que se elabora. De ahí que los viejos tianguis y los mercados hayan sido y serán fundamentales […] donde la gente se satisface con antojitos y guisos que va, desde unas chalupas hasta un plato de mole de panza, pasando por los molotes, memelas y pambazos.

Tesis de licenciatura BUAP

1998

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

El vino, ángulo de la civilización

José Recek Saade

Todo tiene en su hora su vino; el momento reflexivo o el convivio risueño, ya en la taberna o la casa, el del ara gastronómica exquisita y el de la mesa diaria. […] Al consumo del vino, entendido como rito, podemos llegar por dos conceptos: de Stendhal cuando conoce los procesos de los Burdeos y exclama: “Yo amo ese arte porque no admite ninguna hipocresía” y de Charles Colín, catador sacerdotal del rito, quien dice: “Hay que mirar, oler y gustar en ese orden”.

Dos ensayos el maíz y el vino

2000

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Los antojitos de la 3 sur

3 sur, entre 27 y 29 poniente, colonia Chulavista

Óscar Alarcón

Como éramos varios hombres, ninguno quiso cocinar. Decidimos salir de cacería y llegamos a los Antojitos de la 3 sur. Era de noche, lo tradicional, por no decir lo único que sirven en este lugar, son tostadas, pelonas, chalupas y tacos dorados, pero si tu dentadura no es la mejor te pueden ofrecer tacos suaves, que son lo mismo que los dorados pero con menos tiempo en la freída, rellenos de carne, pollo o papa. Las tostadas también son de pollo y carne de res deshebrada, las pelonas igual, pero puedes pedir que le pongan guacamole y créeme, es altamente recomendable que las pidas así. De las chalupas no hay mucho que decir en cuanto a su preparación, ya sabes la tortilla frita en manteca —en este caso es en aceite— salsa verde y roja, una minúscula tira de carne de res y cebolla, para los borrachos es mejor pedir tostadas y pelonas. Todo lo que se sirve ahí se puede acompañar con un buen refresco del Valle o una coca cola, mientras disfrutas de algún cantante que de vez en cuando llega con su guitarra y se echa dos o tres boleros. Mis amigos pidieron tostadas y pelonas, yo sólo tostadas de pollo con las dos salsas: verde y roja.

http://neotraba.com/los-antojitos-de-la-3-sur/

Noviembre 13, 2011

Miguel Gómez Medina. Viñeta, Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Miguel Gómez Medina. Viñeta, Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Temporadas llenas de sabor

Marzo y abril

Jesús Manuel Hernández

“Comamos pues, en gracia de Dios, aunque no sea más que para no ser culpables del delito de no comer”. Prólogo del Manual del cocinero y cocinera, Puebla, 1849. P. 3. En los meses de marzo y abril llega a los mercados el huazontle, la hierba adorada por los precolombinos y cuya semilla se llama amaranto. Los huazontles bien limpios se rellenan de queso fresco de cabra y se capean parea meterlos en un caldillo de jitomate con la más clara influencia del clemole prehispánico. Los llamados escamoles, que son huevos de hormiga, llegan también a los hogares y abundan en los restaurantes. En la cuaresma, los chiles jalapeños, introducidos desde Veracruz, se les llama cuaresmeños; las cocineras poblanas los adoptaron para rellenarlos con sardinas, queso añejo, frijoles y cualquier pescado en escabeche. También de vigilia es el consumo de los romeritos, especie de quelites, en mole o pipián acompañados de tortitas de camarón seco.

Calendario Gastronómico de Puebla

2012

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Rinden honor al mole

Hugo Cabrera

“El mole poblano es el platillo más emblemático de México”, coincidieron en afirmar los chefs de fama mundial Patricia Quintana, Eduardo Osuna, Marcela Valladolid, Rick Bayless y Mark Bittman, durante el Festival Internacional del Mole que se realizó en Puebla. Puebla se ha convertido en un ícono de la gastronomía, ya que sus platillos han logrado colocarse a nivel mundial como los mejores de la cocina mexicana… habría que hacer esfuerzos por promover la comida mexicana a nivel mundial. Los productos poblanos predilectos: camotes, tortitas de Santa Clara, Cemitas, rompope, entre otros.

http://www.subterraneos.com.mx/wp/archives/8448

10 de mayo 2012

Nuez, tiempo de guerra

Edgar de la Cruz

Desde el mes de julio tenemos abundancia de nuez, durazno, granada, pera de leche y manzana panochera, con esto es posible que uno de los platillos más representativos de Puebla se lleven a cabo, si estás pensando en el chile en nogada, acertaste. Los mexicanos nos destacamos en la cocina porque, creo yo, no tenemos miedo de combinar ciertos ingredientes que nadie nos prohíbe mezclarlos –creyendo que nunca, nadie lo haría-. Como los niños, que suelen combinar sabores de refresco, comer sándwiches con doritos dentro del pan, o sumergir sus papas fritas en helado. Este tradicional platillo se caracteriza por la unión de sabores dulces y salados y, sus brillantes colores: verde, blanco y rojo. La preparación es la que eleva su precio, y es que cuesta prepararlos, desde estar pelando la nuez –porque vale casi el triple comprarla pelada–. Y a pesar de que no me considero un fan del chile en nogada, cada que pruebo uno me sabe diferente al anterior. Ya no sé cuál debería ser su sabor, preguntándome como sabía el primero que prepararon, y es que si usáramos los ingredientes en la porción correcta esto no sucedería. Ahí es donde entra la tradición y la enseñanza previa, porque a la abuelita le gusta con más fruta o porque a la mamá le pareció bien agregarle mucho clavo.

http://neotraba.com/nuez-tiempo-de-guerra/

Septiembre 13, 2012

Chile en Nogada, 2915. Fotógrafa Lilia Martínez.

Chile en Nogada, 2915. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mexicanidad

José Luis Dávila

Estos días podemos ver festejos de una liberación como inicio de la vida nacional, y vemos trajes típicos, adornos multicolores, sombreros exagerados, bigotes falsos. Hay banderas pintadas en los rostros que muchas veces no conocen el simbolismo tras cada franja de color.

Hay, también, un montón de comida. Antojitos por todos lados, en todas las plazas de todas las ciudades de todo el país –pese a que en algunos lugares, argumentando la presencia del crimen organizado, se han suspendido ferias y actos públicos–, y todos se llenan el estómago convencidos de que lo que consumen es como acercarse a la cultura que era oprimida en los siglos XVI y XVII, sin darse cuenta de que en los platillos, el mestizaje es entre ingredientes.

http://www.sexenio.com.mx/columna.php?id=4452

15 de septiembre 2012

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Viñeta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Su majestad el chile en nogada

Fabián Valdivia

La vida y leyenda de los Chiles en Nogada ha traspasado el paladar y se ha convertido en un representante de la culinaria poblana y nacional que combina sabores y olores con vistosa presentación. Esta galante creación es el resultado de ingredientes combinados de forma perfecta: el rojo de la granada salta a la vista sobre el blanco de la nogada, que cubre el capeado que abraza al verdor de la torneada figura del chile poblano, con su inimitable y curveada punta. Pero ¿que hace de este platillo un hito de la gastronomía? La respuesta va más allá de los mitos. Es resultado de una amalgama de productos endémicos con los traídos desde Europa y Asia durante la conquista, […] los frutos, y la carne -tanto de res como de puerco- provienen del viejo continente, mientras que la nuez y la granada tienen sus orígenes en tierras asiáticas. Todo ello se adereza con el sabor del jerez, la leche y el queso de cabra, que dan la textura tan especial a la famosa nogada.

Vía México

Agosto 2015

Chile en Nogada, 2915. Fotógrafo José Loreto Morales.

Chile en Nogada, 2915. Fotógrafo José Loreto Morales.

tenedor

 

CUATRO GUISOS COME EL POBLANO: PUERCO, CERDO, COCHINO Y MARRANO

“A uno le gusta lo de uno”. 
Cada cocina está ligada a los espacios que la fundan.
 Alfonso Alfaro, Los espacios del sazón, 1999.

En cada casa se cocina de forma distinta al cerdo-puerco-cochino-marrano; estos guisos son las combinaciones de diversos ingredientes y variadas formas de cocción, y eso es precisamente el deleite de la cocina, ¡su alquimia! Dicen que la necesidad hace al maestro, y ya que el cerdo es una carne casi obligada en las cocinas poblanas, esto advertía a las cocineras a que obraran de manera más atrevida; a que desarrollaran sus dotes creativas al momento de crear un plato. A esto se remonta la historia de la gastronomía poblana: a la conjunción de los saberes y sabores que por siglos la han distinguido.

Escudo de Armas a la Ciudad de los Ángeles, 1538. El documento más emblemático de la Ciudad, distinguido como “Memoria del Mundo México. Pergamino, Archivo General Municipal de Puebla, su actual Directora la Mtra. María de la Cruz Ríos Yanes, se ha ocupado de difundir la riqueza e importancia del Archivo.

Escudo de Armas a la Ciudad de los Ángeles, 1538. El documento más emblemático de la Ciudad, distinguido como “Memoria del Mundo México. Pergamino, Archivo General Municipal de Puebla, su actual Directora la Mtra. María de la Cruz Ríos Yanes, se ha ocupado de difundir la riqueza e importancia del Archivo.

En la recién fundada Ciudad de los Ángeles (1531), Puebla, “los españoles que sentaron sus domicilios en la ciudad acostumbraban en sus comidas un alimento “fuerte”, éste era la carne de animales domésticos de la que se proveían con los comerciantes que venían el día de plaza o tianguis, procedentes de Tepeaca, Tlaxcala, Cholula o Huejotzingo, poblaciones en las que había libertad de matanza”, Enrique Cordero y Torres, Historia compendiada del Estado de Puebla, (Grupo Literario “Bohemia Poblana”, 1965).

En el Siglo XVII se empezó a criar a los cerdos en los patios de las propias casas, siendo su matanza ahí mismo, por lo que a estas casas se les llamaba “de trato de Tocinería”, y a sus patios chiqueros. La venta de la carne se anunciaba a la orilla de la acera con algunas piezas de carne sobre una tabla, quedando expuestas al sol, al aire, al polvo y a las moscas. Después, la venta se anunciaba colocando arriba del zaguán una bandera de trapo de color rojo.

Mapa de la Ciudad que muestra la conocida traza española, “Puebla en el bolsillo. Directorio Práctico de las Calles de la Ciudad”, Autor desconocido, s/f. Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Mapa de la Ciudad que muestra la conocida traza española, “Puebla en el bolsillo. Directorio Práctico de las Calles de la Ciudad”, Autor desconocido, s/f. Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

La matanza en las Tocinerías o Zahúrdas era en gran escala, y casi a diario, ya que el cerdo era el alimento más común en Puebla. De ahí el conocido refrán:
Cuatro guisos come el poblano: Puerco, lechón, cerdo y marrano.

Cerdos, litografía. Centro de documentación de la Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Cerdos, litografía. Centro de documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Matanza de cerdos, San Andrés Calpan, Puebla. 2008, Fotógrafa Rosa Gloria Galindo.

Matanza de cerdos, San Andrés Calpan, Puebla. 2008, Fotógrafa Rosa Gloria Galindo.

Desde el Siglo XVII Puebla también era “el refugio de las flotas de Castilla porque de esta ciudad se lleva el bizcocho, cecina, jamones, que en todo lo que toca a ganado de cerda y a la carne porcina de regalo (de buen sabor), a todas las ciudades aventaja”. Todos estos artículos se exportaban de Puebla para abastecer a la flota trasatlántica, como lo comenta Hugo Leicht en su libro Las calles de Puebla (JMMCMMP, 1986). También del mismo siglo es el refrán que dice: “De la Puebla, el jabón y loza, y no otra cosa”, expresión que da cuenta de la importancia de la fabricación de la manteca para la elaboración del jabón.

En el Almanaque Anunciador de 1887, (editor Sr. D.J.M. Ramos Luna), aparece el anuncio de “La Estrella. Gran Tocinería y Fábrica de Jabones finos y corrientes”, cuyo propietario -Adolfo Montiel- dice que: “En este establecimiento […] se encontrará en lo sucesivo, además de los productos ya conocidos por sus numerosos consumidores, un buen surtido de Jamones, manteca de sancocho y fina, preparada convenientemente para que se conserve en buen estado por mucho tiempo, aun en países cálidos. El dueño de dicho establecimiento, que por sus vastos y prácticos conocimientos en el ramo de la tocinería, no perdona sacrificio alguno para perfeccionar y reformar día a día las producciones de esta casa, está bien relacionado con los principales hacendados de los valles de San Juan de los Llanos, Huamantla, San Andrés Chalchicomula, Llanos de Apam y el Interior de la Republica, que son los que tienen las mejores clases de ganado de tierra fría”. Un anuncio indicativo de que, aún en 1887 -dos siglos después-, lo concerniente a los productos de las Tocinerías seguían enviándose a diferentes lugares.

Libro 2° Almanaque Anunciador de 1887. Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Libro 2° Almanaque Anunciador de 1887. Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Por los grandes problemas de insalubridad existentes en la ciudad, para el buen funcionamiento de las Tocinerías o Zahúrdas, se le pedía a “Los dueños y encargados de estos establecimientos que diariamente se laven los mostradores, los bancos donde se parten las carnes, los clavijeros y todos los demás útiles que se sirven, teniendo cuidado de conservarlos en el mayor aseo para evitar en lo posible que exhalen mal olor, bajo la pena de un peso de multa por cada infracción”, disposiciones localizadas el Prontuario de Policía (Tipografía de Isidro M. Romero, Puebla de Zaragoza, 1897), un libro donde están “recopiladas las disposiciones y leyes que tienen relación con las obligaciones del Policía [para] que, conocedor de sus deberes, cumpla con eficiencia la importante misión que desempeña, dando garantías a la Sociedad”.

Libro Prontuario de Policía, 1897. Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Libro Prontuario de Policía, 1897. Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Y como sucede con todo tipo de comercio, también había los expendedores-acaparadores de carne (el puerco no se vendía en las carnicerías solo en los expendios). En el Directorio Completo de la Ciudad de Puebla de 1902 (editor Carlos V. Toussaint), dentro de la sección “Expendios de carnes de puerco” encontramos a Arturo M. Osorio con seis expendios instalados en la calle de Infantes, de la Cerca de Santo Domingo, Tecali, Santa Teresa, 2da. de San José y 2da. de Tepetlapa. En 1907, Fernando Breton y Sánchez, otro expendedor-acaparador, con su Tocinería y Fábrica de Jabón de venta al por mayor y menor, estaba ubicado en la “esquina de Gavito y Torreblanca”; además, contaba con cuatro sucursales en las calles de Santo Domingo, Merino, Aduana Vieja y Arrecogidas.

Obsequio de la “Tocinería y Fabrica de Jabón”, 1907. Litografía, Centro de documentación Lorenzo Becerril A.C.

Obsequio de la “Tocinería y Fabrica de Jabón”, 1907. Litografía, Centro de documentación Lorenzo Becerril A.C.

De los primeros reglamentos que expidió el Ayuntamiento para el buen funcionamiento de las carnicerías, están las siguientes disposiciones:
• El expendio estará en estado de completo aseo, con puertas amplias para la perfecta ventilación y fácil vigilancia
• Tener mostrador forrado de zinc o mármol y ligeramente inclinado hacia afuera para que se conserve aseado y puedan verse fácilmente las carnes
• Usar precisamente pesas de bronce o fierro perfectamente aseadas y marcadas con el fiel contraste
• Los platillos de la balanza serán de latón, cobre o hierro estañado.
• Toda la carne no destrozada estará colgada en escarpias o garfios de hierro, perfectamente aseados y no tendrán debajo de los mostradores o algún otro lugar culto, pedazos de carne
Como puede observarse en las siguientes fotografías, estas carnicerías sí cumplían con los requisitos estipulados, ya que las visitas -primero de la policía y después de los inspectores- eran frecuentes, y, a faltas incurridas en las disposiciones, las multas eran costosas para los propietarios.

Carnicería sus características se ajuntan a las disposiciones mencionadas. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Carnicería sus características se ajuntan a las disposiciones mencionadas. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Carnicería “Obrador Moderna de Tacuba”, Ciudad de México. Se ha incluido ya que sus características se ajuntan a las disposiciones mencionadas. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Carnicería “Obrador Moderna de Tacuba”, Ciudad de México. Se ha incluido ya que sus características se ajuntan a las disposiciones mencionadas. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Como ya había contado (en la entrada EL GAS, EL COMBUSTIBLE MODERNO), mi abuela -Aurora Monterrubio de la Peña- adquirió la primera estufa de gas con el importe de la venta de una cochina que compro, engordó y luego vendió, con lo que vemos que tener cerdos podía ser parte importante de nuestra economía. También relacionada con el cerdo recuerdo una anécdota de mi tía Juanis, que contaba que, cuando su hijo era invitado a comer, le recomendaba que no comiera carne de puerco -su religión no se lo permitía-. En el momento que él llegaba a casa, a la pregunta consabida de si había comido carne de puerco, él respondía: “no, no comí, solo unos tacos de chicharrón y longaniza.”

Recetario manuscrito de Amparo Gómez, 1929. Centro de documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Recetario manuscrito de Amparo Gómez, 1929. Centro de documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Recetario manuscrito de Aurora Monterrubio de la Peña, con los saberes y sabores de Puebla, primeros años siglo XX. Colección Familia RojanoMartínez.

Recetario manuscrito de Aurora Monterrubio de la Peña, con los saberes y sabores de Puebla, primeros años siglo XX. Colección Familia RojanoMartínez.

Puesto con venta de chicharron. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Puesto con venta de chicharrón. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

tenedor