CHOCOLATES DE MIS AMORES Y LEÓN PINELO EN DIFERENTES MOMENTOS DE MI VIDA

En la elección y en el tratamiento de un tema determinado,
veo siempre retomar partes de mi pasado o de mi presente,
situaciones vividas en la inadvertencia, predilecciones
y aversiones que se propagan más allá de la literatura.
Angelo Morino, El libro de cocina de Sor Juana Inés de la Cruz, 2001.

  • Pinelo, “El cacao tostado i incorporado con especias calientes, como se mezcla en el Chocolate, hace grandísimo provecho en todo”.

Desde el primer momento de mi vida, mi infancia, declaré mi amor al chocolate -pasta preparada con cacao molido, mezclado con azúcar y otros ingredientes, que pueden ser vainilla o canela-, ya que los cariños, los valores, las ideas y las normas, vinieron junto con el champurrado y el chocolate con leche. Con la juventud llegaron los derechos y las obligaciones, contiguos al tejate de las fiestas y al enjambre de nuez, regalo de mi novio. Con la mayoría de edad, vinieron las responsabilidades y la posibilidad de formar nuestra propia familia -dos hijas-, llegaron el chocolate a la española, a la francesa y a la mexicana, además de la tablilla Carlos V como golosina. Ya en la tercera edad, continúa mi amor por el chocolate en todas sus presentaciones, llegó el chocolate Turin como golosina, también vino Antonio de León Pinelo y su extraordinario libro Question moral. Si el chocolate quebranta el ayuno eclesiástico, Madrid, Por la Viuda de Juan González, Año 1636 (libro que se encuentra en la Biblioteca Palafoxiana de Puebla). Libro editado cuando en la Nueva España, la costumbre mexicana era tomar chocolate de tres a seis veces por día. Agradezco a la Mtra. Diana Isabel Jaramillo las facilidades prestadas para su consulta en la Biblioteca.

  • Pinelo, “Ya que hemos dicho del Chocolate, i como es saludable bebida, conviene que pongamos las recetas que a cada complexión en particular le conviene”.

He considerado pertinente incluir recetas de bebidas con chocolate, ya que me di cuenta de que existen muy pocas en los recetarios. Esto se puede deber, creo, a que ¡¡¡en las casas en que se prepara el chocolate, la receta ha pasado de generación en generación, esto es, existe en la memoria de casi todos!!!

 

INFANCIA

  • Pinelo, el cacao es “Sustento, regalo y medicina”.

En mi casa de infancia, el champurrado era la bebida propia de desayunos y meriendas. Recuerdo muy bien a mi mamá preparándolo, tanto que, cuando me casé, solo puse en práctica mis recuerdos y lo hice casi igual al de mi mamá.

Champurrado- Bebida de origen prehispánico. Es un atole de masa de maíz revuelto con chocolate, no hace espuma.

Receta

250 gramos de masa de maíz
Un litro de agua veo
90 gramos de chocolate
Azúcar al gusto
Manera de hacerse:

La masa de maíz se deshace en poca agua y se aparta. Se pone a calentar el agua y, cuando suelta el hervor, se agrega la masa disuelta y se deja cocer por 15 minutos, moviendo todo el tiempo hasta que la masa está cocida. Se le agrega el chocolate disuelto previamente en agua caliente y se mueve 10 minutos más hasta que se integre. Se endulza al gusto.

Receta de mi mamá Arabela Torres Monterrubio.

  • Pinelo, “El chocolate (con leche) frio o caliente si quebranta el ayuno… siempre le queda por efecto principal la nutrición”.

Chocolate con leche- Bebida con mucha espuma. Propia de la casa de las Abuelas Aurora y Dolores, de los días festivos y de las fiestas infantiles.

Receta :
90 gramos de chocolate 
Un litro de leche
Un poco de agua

Manera de hacerse:

Cortar las tablillas de chocolate en cuatro partes y disolverla en un poco de agua hirviendo a fin de que no pierda su sabor particular, calentar la leche hasta que hierva y añadir la preparación del chocolate, mover con una pala de madera dos o tres veces mientras está en el fuego. Antes de servirlo, batirlo con el molinillo hasta que haga suficiente espuma. Servirlo rápidamente.

Receta de mi tía Guadalupe Torres Monterrubio.

  • Pinelo, “Que hecho, o desecho le quedaba siempre su valor intrínseco”.

Chocolate Molinillo- Golosina, era muy sabroso. Chocolate en polvo envasado como golosina, venía en sobrecitos de papel de 6 x 7 centímetros en color blanco, gris, azul y rojo, y como ilustración tenía un molinillo muy vistoso. Lo vendían en los estanquillos, pero para nosotros los niños lo común era comprarlo con las viejitas o viejitos que, en un cajoncito lleno de golosinas, lo vendían a la entrada de sus viviendas -accesorias que daban a la calle-, o en los zaguanes de las vecindades. El sobrecito costaba 15 centavos. Macrina Cruz García -amiga de Facebook- dice que “Hasta nos queríamos comer el sobrecito”. Y Elisa Ramírez -también amiga de Facebook- menciona que “Nos lo echábamos todo a la boca y aventábamos nubes de polvo”.

JUVENTUD

  • Pinelo, “El chocolate hecho con agua de nieve, no dudo que temple la sed”.

Con mis abuelos paternos, Dolores y Santos, me gustaba mucho ir a los barrios el día de su fiesta patronal. Ahí, entre una gran diversidad de comidas y bebidas, vendían el espumoso Tejate, bebida hecha con cacao en polvo y azúcar y disuelta en agua.

TejateBebida. Cacao espumoso o chocolate con agua.

Receta :

80 gramos de cacao
Un pedazo de corteza de bejuco llamado “ncheed”
10 rajitas de canela
1 litro de agua
Panela al gusto

Manera de hacerse:

Tostar el cacao y pelarlo, pelar la corteza del “ncheed”, moler en metate el “ncheed”, la canela y, poco a poco, el cacao, moliendo todo en ocho pasadas hasta obtener una pasta tersa y cohesiva, al final moler la panela. Desleír la pasta en el agua y empezar a batir la mezcla con un molinillo para que suba la espuma. Servir de inmediato.

Receta de Diana Kennedy del libro Oaxaca al gusto. El mundo infinito de su gastronomía, (Editorial PLENUS, San Pedro Garza García, Nuevo León, 2008)  

Chocolate Enjambre de nuez– Golosina regalo de mi novio. Tuve un noviazgo largo, cuatro años, y mi novio, hoy mi señor marido, eligió para regalarme -por cualquier pretexto- chocolates tipo enjambre de nuez. Aquí se unieron dos cosas, a él le gustaba la nuez y a mí el chocolate. Los compraba en Sanborns, los empacaban en una bolsita blanca de papel a la que veía con deleite, ya que sabía que eran una declaración de amor.

MAYORÍA DE EDAD

  • Pinelo, “El cacao tostado i incorporado con especias calientes, como se mezcla en el Chocolate, hace grandísimo provecho en todo”.

Ya casados, mi señor marido y yo empezamos a salir a tomar chocolate a los restaurantes de Puebla -ciudad donde, desde el Virreinato, se consumió chocolate a diversas horas del día. Las ilustraciones presentadas a continuación provienen de las cartas de restaurantes contenidas en el Archivo General Municipal de Puebla; datan de 1931, año del 4to. Centenario de la Ciudad, e ilustran muy bien el gusto de los poblanos por tomar chocolate en sus diferentes presentaciones: a la española, a la francesa y a la mexicana. Agradezco a la Mtra. María de la Cruz Ríos Yanez las facilidades dadas para la consulta en el Archivo.

Chocolate a la española– Amargo, ya que lleva más cocoa, y espeso por la yema de huevo o la maicena que se le incorpora.

Receta

Ingredientes:
1 litro de leche
120 g de chocolate
1/2 taza de azúcar
2 yemas o un poco de maicena
Manera de hacerse: 
Calentar, revolviendo continuamente la leche, el chocolate en tablilla y 1/4 de azúcar; dejar hervir 4 minutos.
Batir hasta que estén color limón las yemas y agregar 1/4 taza de azúcar, batir.
Agregar parte del líquido caliente al huevo batido, revolviendo siempre. Verter esta mezcla en la cacerola. Poner al fuego y cocinar 2 minutos más, revolviendo siempre.

Receta de mi tía Guadalupe Torres Monterrubio.

Chocolate a la francesa -Con vainilla, ligero y con un poco más de azúcar.

Receta

Ingredientes:
1 taza de agua
60 gramos de chocolate
1/4 taza de azúcar
3 tazas de leche caliente

¼ de cucharadita de vainilla
Manera de hacerse:
Calentar, hasta que hierva, 1 taza de agua, disolver el chocolate a fuego lento revolviendo hasta que se deshaga. Agregar lentamente la leche caliente y el azúcar revolviendo siempre. Batir
al momento de servir.

Receta de Lilia Martínez y Torres.


Chocolate a la mexicana – Se prepara igual que el chocolate a la francesa, solo se sustituye la vainilla por canela.

  • Pinelo, “Que era fácil de introducir para las cosas menudas”.

Chocolate en tableta- Golosina. Chocolate en barra. En los diferentes lugares en que vivimos mientras mi señor marido -Ingeniero civil- estaba en obras, no siempre era posible adquirir un buen chocolate como golosina, así que siempre tenía en la despensa cajas de chocolate Carlos V, ya fuera a la española o a la francesa. Mi favorito era a la francesa -el de la envoltura azul. Mis hijas todavía se acuerdan de mi afición a ellos.

LA TERCERA EDAD

  • Pinelo, “La hora más apropiada para tomar Chocolate es por la mañana a las siete, o las ocho, i en ayunas; porque entonces el propio calor de la sustancial bebida ayuda a sacar todas aquellas flemas, que de la cena, i comida del día pasado han quedado en el estómago”.

El chocolate en nuestra casa nunca falta, lo tomamos por cualquier pretexto: que si está la familia, que si hace frío, que celebramos un cumpleaños y, por supuesto, en la tradicional “Partida de la Rosca de Reyes”. Solo mi gusto ha variado en cuanto a la golosina, ahora me gusta el Turín, especialmente después de comer.

Turin tradicional- Golosina. Chocolate semiamargo en trozos llamado Turin Confitiers. Es una cobertura de chocolate preparada con manteca de cacao y leche entera y se emplea para decorar pasteles y para confitería.

Canción de infancia

Ya para terminar, incluyo una linda canción que cantábamos de niños:

¡Chocolate… molinillo… corre, corre… que te piso… estirar, estirar que el demonio va a pasar!

tenedor