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LAS DOS CELEBRACIONES DEL DÍA DE LA CANDELARIA

Durante varias tardes llenas de historias, risas y cantos la niña asistió a la abuela, 
quien alumbrada por una vela y la luz de los atardeceres, tejió los calzoncitos, deshiló el fondito, 
bordó un pequeño vestido, para que el niñito Dios tuviera un traje nuevo para la fiesta. 
Finalmente, el Día de la Candelaria llegó y la niña acompañó a su abuela, 
compró con sus domingos las flores y una vela para la bendición. 

 Judith Katia Perdigón, Mi niño Dios, 2015

La fiesta del Día de la Candelaria se celebra en México el 2 de febrero y tiene que ver con dos momentos asociados: el de la presentación del Niño Dios por su madrina a la iglesia para su bendición, y el acto de comer tamales ofrecidos por el “afortunado” que, en la partida de la Rosca de Reyes, le tocó el muñequito –símbolo del Niño Dios.

El primer momento de esta fiesta, entonces, es la presentación. En Navidad, el 24 de diciembre, quien arrulló y acostó al Niño Dios en el pesebre se convierte en el padrino, y es quien viste con ropas nuevas la figura del niño Jesús y lo presenta en la iglesia el Día de la Candelaria. Katia Perdigón -en su libro Mi Niño Dios- dice que en el “vestir a la imagen del Niño Dios con el propósito de bendecirlo el día 2 de febrero Día de la Candelaria, se da una práctica social que se fundamenta en evidencias culturalmente significativas. Esto en dos niveles por un lado la veneración al Niño por la Iglesia con sus sacerdotes (religión oficial) y por el otro para los devotos (religiosidad popular) que por reproducciones han heredado y continuado con esta tradición de alguna manera”.

Niño Dios siendo cargado por su madrina. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Niño Dios siendo cargado por su madrina. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Niño Dios sentado en su silla con su madrina. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Niño Dios sentado en su silla con su madrina. Autor desconocido, Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

En la descripción que Katia Perdigón hace sobre los Estilos de Niños Dios para vestir, el de mi casa corresponde a la figura del “Niño Tradicional o de Nacimiento. Con el pelo rizado corto y copete abultado, cendal con movimiento. En posición de niño de cuna que puede sentarse, con mano derecha corazón e izquierda lateral”. Lo compré hace 30 años con un artesano que los traía de Michoacán, su cuerpo es de madera y tiene brazos articulados, y como nuestro Niño ya ha tenido algunos quebrantos, ya está restaurado. Este año lo he vestido con ropón.

 

Sagrada Familia en el nacimiento. Colección Familia RojanoMartínez.

Sagrada Familia en el nacimiento. Colección Familia RojanoMartínez.

Niño Dios vestido con ropón. Colección Familia RojanoMartínez, 2016

Niño Dios vestido con ropón. Colección Familia RojanoMartínez, 2016

La indumentaria para vestir al Niño Dios tiene que ver con la devoción popular y el gusto de sus dueños, también con las modas imperantes, impuestas ya sea por grupos populares o urbanos; solo hay que ver la gran oferta del mercado para darse cuenta de ello. Este año (2016), aparte de los ya clásicos -el Niño de las Palomitas, Niño con Ropón, Niño Doctor, Niño de Atocha, Niño Corazón de Jesús-, están los recientes: Niño de Fe y Trabajo, Niño de Nazaret, Niño de Santa Rosa, Niño de la Abundancia, Niño Señor de las Maravillas, Niño Juan Diego, y el de inminente oportunidad, el Niño Santo Papa (ante la venida del Papa a México el próximo 12 de febrero).

Cartel, 2016 Fotógrafa Lilia Martínez.

Cartel, 2016 Fotógrafa Lilia Martínez.

Exhibición de vestimentas de Niños en un comercio local, 2016 Fotógrafa Lilia Martínez.

Exhibición de vestimentas de Niños en un comercio local, 2016 Fotógrafa Lilia Martínez.

El segundo momento en la fiesta de la Candelaria es comer tamales. La responsabilidad de proporcionarlos para la fiesta recae en la persona que, en la partida de la rosca el Día de los Reyes, haya encontrado al muñequito símbolo del Niño Dios. El acompañamiento tradicional de los tamales -comida ritual indispensable en esta fecha- es el clásico atole de harina o masa de maíz, aunque algunas familias acostumbran el espumoso chocolate.

Los tamales del Día de la Candelaria tienen una estrecha relación con una fiesta de origen prehispánico llamada Atlcahualo, que marcaba el inicio del ciclo agrícola y que se efectuaba el primer día del primer mes del calendario mexica (equivalente al 12 de febrero), y donde se entregaban ofrendas a los dioses Ehécatl-Quetzalcoatl –los tamales una de ellas. Estos tamales elaborados con maíz, son el vínculo con la tierra -la tierra como la madre que sostiene y da pertenencia a los pueblos indígenas-.

Tamalera, en la esquina de la Reforma y 19 Norte, Barrio de San Matías, 2015. Fotógrafa Lilia Martínez.

Tamalera, en la esquina de la Reforma y 19 Norte, Barrio de San Matías, 2015. Fotógrafa Lilia Martínez.

Promocional de la Manteca Vegetal INCA. Viñeta, Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Promocional de la Manteca Vegetal INCA. Viñeta, Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

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Tamales Costeños, recetario manuscrito de Aurora Monterrubio de la Peña. Colección familia RojanoMartínez.

Tamales Costeños, recetario manuscrito de Aurora Monterrubio de la Peña. Colección familia RojanoMartínez.

Hablemos de los tamales. Guadalupe Pérez San Vicente decía: “Soy historiadora por vocación y profesión y gastrónoma por elección”. Ella fue la primera historiadora que se abocó a realizar un recuento de la gastronomía mexicana. Parte de este recuento se encuentra en su libro Repertorio de tamales, de la serie Cocina Indígena y Popular, 15, editado en  2000 por la Dirección General de Culturas Populares, ya en su segunda reimpresión (2013). En este libro, Pérez San Vicente menciona que los tamales son “el primer género clásico de la cocina mexicana” y en una compilación registra ¡370 tamales! e incluye 141 recetas para hacerlos. También en el libro describe lo que a los glotones nos gusta: De sus envolturas, De sus sabores y De su tamaño y forma. Y consciente de las limitaciones de su trabajo, le pone punto final a su investigación el “día 2 de febrero, Fiesta de la Candelaria de 1999”.

Libro "Repertorio de Tamales" Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Libro “Repertorio de Tamales” Biblioteca Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Así, podemos decir que la “Fiesta de la Candelaria” es el sincretismo de dos rituales que tienen que ver con nuestra cultura: la de Candelaria, 2 de febrero -una fiesta cristiana-, y la del Atlcahualo, 12 de febrero -una fiesta prehispánica. También es con esta fiesta que terminan las celebraciones de las tradicionales Navidades Mexicanas.

tenedor

LOS REYES MAGOS CON REGALOS PARA LOS NIÑOS. LA PARTIDA DE LA ROSCA

Llegaron los Reyes a Nazareth adoraron a Jesús,
que estaba con su madre y le ofrecieron los dones que traían:
oro, como rey; mirra, como hombre accesible
al dolor e incienso, reservado a la divinidad.
Letizia Arbeteta Mira, Magos y Pastores, 2006.

La adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús se celebra el 6 de enero. Los Reyes Melchor, Gaspar y Baltazar, llegados de Oriente, venían montados en su camello, caballo y elefante y cargados con regalos para el Niño. Así, el 6 de enero se convertiría -hasta hoy día- en una festividad llena de regocijo para los niños quienes, anhelantes, esperan la visita de los Reyes por los regalos que les traerán. Una noche antes, y preparándose para la llegada, los niños ponen dentro de un zapato -en la puerta o la ventana de su recámara- una cartita donde piden los juguetes deseados y se acuestan temprano para darles a los Santos Reyes la oportunidad de dejarles los juguetes.

En nuestra infancia, mi hermana Lucy –la mayor- era muy dormilona, tanto que no “madrugaba” para ver qué le habían traído los Reyes Magos, así que nosotros le “madrugábamos” sus juguetes: escogíamos lo que más nos gustaban y le dejábamos lo que no queríamos. Después mi mamá le hacía justicia regresándole lo que era de ella porque ¡no podíamos convencerla de que esos juguetes eran de nosotros!

Parte importante de la celebración del día de Reyes era la Partida de la Rosca, una costumbre que reune a la familia y a los amigos. La rosca -de forma circular que simboliza el amor eterno de Dios, que no tiene principio ni fin- es preparada con pan de harina blanca y levadura, endulzada con miel y adornada con confites como higos, rajas de acitrón y de naranja –los confites significan las distracciones del mundo que impiden encontrar a Jesús, mientras que el muñequito -antiguamente de porcelana, hoy de plástico- escondido dentro de la rosca simboliza al Niño Jesús escondido de la persecución de Herodes. Durante la partida, el que encuentra el muñequito contribuye con tamales y atole para la fiesta el 2 de febrero, Día de la Candelaria.

Para mi abuela Aurora éste era el festejo más importante que ella ofrecía a sus nietos y a los niños vecinos; era cuando hacía una inmensa rosca, tan grande que la horneaba por partes. Completaba el menú con gelatinas y chocolate caliente. Para la partida, ponía la rosca en la mesa del comedor y en el centro colocaba un tren que funcionaba a base de cuerda. Cuando ya estábamos todos sentados ponía a funcionar el tren, y al que estuviera sentado en el lugar donde éste se detenía le correspondía un regalito -que podía escoger entre un juguete, dulces o chocolates. Era muy emocionante, porque siempre deseabas que el tren se detuviera justo en tu lugar para llevarte el regalo.             

Algunos años, e invitada por mis abuelos Lolis y Santitos, acudíamos a la fiesta tradicional en San Baltasar Campeche, lugar donde personas procedentes de todos los rumbos de la ciudad acudían en romería a la feria patronal. Desde las primeras horas del día, los cohetes anunciaban que ya estaban listos los puestos de los antojitos: chalupas con carne de res deshebrada, tamales -de mole, rajas con queso y dulce-, mole, enchiladas, pan de fiesta, pan de dulce, cocoles de anís y colorados y atole blanco, champurrado o arroz con leche. La fiesta cerraba con los fuegos artificiales.

Actualmente se siguen preservando estas importantes tradiciones: los niños siguen recibiendo juguetes de los Reyes Magos y la partida de la rosca continúa estableciendo lazos de convivencia entre familiares y amigos.

Casa de la familia RojanoMartínez, “Rosca de Reyes” del 6 de enero de 2014. Mantel de lamé dorado, camino de mesa también de lamé, vajilla Limoges France, cubertería Inox Beck, copas, gelatina en copas vintage, servilletas de papel, pasteleros con pedestal vintage con polvorones sevillanos y fruta y la rosca de la panadería La Almendra.

Fotógrafa Lilia Martínez.

Fotógrafa Lilia Martínez.

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