HABLEMOS DE MESAS, SU MANTELERÍA, VAJILLAS, CRISTALERÍA Y CUBERTERÍA

Cuando comemos, comemos todo eso y mucho más.
Un motivo más que suficiente para tomar conciencia
de lo importante que es respetar y valorar lo que hemos heredado.
Andoni Luis Aduriz, Comer historia, comer cultura, 2015.

Soy partidaria de la belleza y el orden en la mesa, lo heredé de mis abuelas y mi mamá. Esta entrada muestra mi interés por el menaje de mesa -mantelería, vajillas, cristalería y cubertería-, mismo que habla de nuestra cultura culinaria poblana. Este menaje también es una muestra de la colección que a lo largo de los años he venido conformando y que he puesto en mis mesas, ya sean de diario o de fiesta. Cada pieza tiene una historia detrás y una estrecha relación conmigo: las selecciono, las investigo y las atesoro; algunas pueden ser raras o excepcionales y visten muy bien la mesa, ya que crean contrastes o armonías. Siempre trato de establecer diferentes atmósferas entre cada mesa que pongo, lo hago de manera intuitiva.

¿Cómo preparo las mesas? Según sea la manera de celebrar a los comensales, los alimentos pueden servirse de tres maneras diferentes: a la rusa -todos los invitados consumen el mismo plato al mismo tiempo; a la francesa -etiqueta desde fines del siglo XVIII, con todas las piezas del servicio sobre la mesa, lo que permite a cada comensal servirse a su gusto-, y las celebraciones en torno a un buffet –que en nuestra región llego tardíamente, en donde los invitados no se sientan a la mesa y ellos mismos se sirven la comida.

Cuando dispongo la mesa lo hago en el siguiente orden:

Empiezo con el mantel, que puede ser comprado en tienda, vintage, vintage, o hecho por mí (en casa, la máquina de coser ha sido una herramienta indispensable), de telas como lino o algodón, blanco –por supuesto almidonado- o en color. También puede ser de lamé o guipure. A veces coloco encima del mantel un camino de mesa, ya sea de concha nácar o uno hecho por mí, en algodón liso o estampado para darle otra vida a los manteles; también para que, partiendo de sus colores, pueda colocar accesorios que contrasten o armonicen. Una alternativa del camino de mesa son las carpetas, compradas en tienda o hechas en casa. De servilletas pongo las de tela a juego con el mantel o con el camino de mesa -o puedo poner servilletas de papel en variados diseños y colores. Algunas veces las coloco en aros de plata o de otro material.

Para la vajilla, por lo regular uso la de porcelana blanca de Limoges France (es de las llamadas abiertas y la adquirí en Liverpool). En la Plazuela de los Sapos, Puebla, he comprado vajillas que también uso: europeas, japonesas y norteamericanas que, aunque estén incompletas, las piezas por sí mismas tienen un gran valor por su diseño, manufactura y estilo. Si las voy a usar en el servicio de mesa, las complemento con piezas de la vajilla Limoges.

De cristalería, igual pongo las copas Príncipe de Gales vintage o las Haus y los vasos nuevos o vintage. En cubertería puedo poner los de plata mexicana vintage, o los Inox Beck 18/10 Italy. Según sea necesario, van la sopera, platones o fuentes para contener los alimentos con sus respectivos cubiertos para servir. Las flores -según sea su tamaño- las coloco en floreros a juego.

Toda una puesta en escena para el lucimiento de los objetos y el disfrute de los comensales. Una oportunidad de entrar en la intimidad del comedor de una casa poblana, que trato de manejar bajo el signo del cuidado y la delicadeza en la mesa. Buen provecho!

Mantel blanco de algodón, camino de mesa y servilletas de algodón estampado hechos en casa. Servilleteros de chaquira hindúes. Cubertería Inox Beck. Pastelero vintage. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel blanco de granite. Carpeta de seda bordada con chaquira y lentejuela, hindú. Platos base de madera con hoja de oro. Platos Limoges France. Copas Príncipe de Gales. Cubertería Inox Beck. Servilletas de tela. Porta tarjeteros de plata. Candelabro vintage. Platones de cristal con filo dorado. Como salero un recipiente japonés de porcelana con motivos dorados con una cucharita de plata vintage. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel de guipiure. Camino de mesa de granite rojo. Frutero rojo comprado en una fábrica de vidrio en Querétaro. Estrella de porcelana con polvorones sevillanos. Frutero  y pasteleros con guías de cristal. Pasteleros y platos para postre vintage. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel de algodón estampado de Zara Home. Vajilla Limoges France. Cubertería Inox Beck. Platos ovalados con filo dorado con servilletas de papel. Platón (con fruta) de vidrio verde americano. Pastelero con pedestal, copas Príncipe de Gales y azucarera de vidrio con tapa de aluminio, todos vintage. Frutero formado con columna y pantalla de diferentes lámparas, con esferas de vidrio hindú. Los postres: empanadas de piña, tartaletas de chocolate blanco con ciruela pasa y fruta. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel blanco de algodón con camino de mesa de granite rojo. Platos y platones Limoges France. Salsera Noritake. Cubiertos Inox Beck en bote de porcelana de farmacia. Servilletas de papel en centro de cristal de Murano. Escudo nacional de lentejuela. Copitas para postre y botanero de cristal vintage. La comida: molotes de tinga y queso, pelonas de res y pollo, queso de cabra y rajas, pastel de manzana. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel de lamé dorado. Camino de mesa con incrustaciones de concha nácar con chaquira, hindú. Pastelero con guías de cristal. Los convoys -recipientes para contener aceite y vinagre, sal y pimienta- colocados en una base de metal o cristal (como estos recipientes son objetos frágiles, es raro encontrar un set completo, así que los voy comprando de uno en uno y luego busco complementarlos). Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel de granite bordado en máquina con servilletas combinadas comprado en la Plazuela de los Sapos. Vajilla Limoges France. Copas Haus. Juego de vasos de cristal de pepita vintage. Cubertería de plata vintage. Flores de Nochebuena. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel de algodón estampado hecho en casa. Vajilla Limoges France. Copas Haus, juego de vasos de cristal de pepita vintage y ternos para café en charola italiana. Cubertería de plata vintage. Frutero de cerámica blanco con base de pedestal de plata. Servilletas de papel. Servilletero de plata. Candeleros con uvas de lámina. Flores de Nochebuena. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel de algodón poliéster que me hizo mi hermana Pily. Carpeta en algodón de raso estampado hecho en casa. En charola de acrílico Limoges France, cubiertos de plata vintage en botes de porcelana de farmacia. Servilletas de papel en corazón de porcelana. Muñeca en lámina y alambre de autor desconocido. Flores regalo de mi nieta Andrea. Fotógrafa Lilia Martínez.

Mantel de damasco de Zara Home. Vajilla Limoges France. Copas Haus y juego de vasos. Cubertería Inox Beck. Servilletas de papel. Florero blanco con gladiolas fucsia. Al fondo las vitrinas de algunas de las vajillas, de izquierda a derecha: vajilla de cerámica de los Juegos Olímpicos en México 1968, vajilla de cerámica ca. 1909 Balbino Lucano, vajilla de porcelana  L. Bernardaud & C° Limoges France, vajilla de porcelana Rosas. Fotógrafa Lilia Martínez.

Las imágenes que corresponden a esta galería, son ejemplos de cómo, a lo largo de los siglos, los poblanos hemos dado una gran importancia al menaje de la casa y al lucimiento de la mesa. En las fotografías -de finales del Siglo XIX-, podemos observar el aspecto de las tiendas (La Sorpresa de J. Dorenberg y Cia. y La Universal) que exhiben una gran variedad de objetos de porcelana, cristal, peltre, estaño y madera para uso doméstico, todo, para vestir decorosamente una casa. Los anuncios igualmente muestran la calidad del diseño, la complejidad de la tipografía, el uso del color y la incorporación de imágenes, dibujos y orlas para una acentuada representación. Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

La Sorpresa de J. Dorenberg y Cia.

La Sorpresa de J. Dorenberg y Cia.

La Universal

La Universal

Se desconoce el nombre de la tienda.

Se desconoce el nombre de la tienda.

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