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LA ACOSTADA DEL NIÑO DIOS Y LA GRAN CENA DE NOCHEBUENA EN LAS NAVIDADES MEXICANAS

 Con dedicatoria especial para mi mamá,
Arabela Torres Monterrubio, quien con amor,
dedicación y paciencia, nos enseñó a valorar
nuestras tradiciones y a vivirlas en familia.
Lilia Martínez y Torres, diciembre de 2015.

En la fiesta de Navidad, los momentos culminantes eran la acostada del Niño Dios y la gran cena de Nochebuena. Los preparativos comenzaban con la puesta del nacimiento, una de las más bellas tradiciones navideñas. Este podía ser grande o pequeño, en una habitación completa o sobre un mueble. Los nacimientos eran verdaderas proezas de ingeniería, ya que contaban con montañas, cascadas y lagos y algunos tenían portal. Se formaba con materiales como ramas de pino, lama, heno, cortezas de árbol, así como con papel crepé –un papel rizado que se podía moldear según las necesidades. Las figuras del nacimiento que representan a la Sagrada Familia en el momento de la Natividad eran en su mayoría provenientes de Amozoc, piezas de arte popular de delicada belleza que comprendían a José, María y el Niño Dios, los pastores y sus animales, los Reyes Magos y el Ángel. Se les iluminaba con foquitos de colores en serie y arriba del portal se colocaba la estrella que era la que guiaría a los pastores y a los Reyes Magos hasta Belén.

El día 24, cerca de la media noche, se realizaba la acostada del Niño Dios -colocarlo en el pesebre- en una ceremonia llena de devoción y fervor; antes se le arrullaba y cantaba para después acostarlo en el pesebre. En casa, mamá siempre elegía a los niños más pequeños y en una mascada les entregaba al Niño para mecerlo, mientras todos cantábamos El Rorro, un tradicional arrullo -cantarcillo dulce y monótono para adormecer a los niños- se quemaban las luces de bengala. No faltaba que alguna vez se les cayera, nuestro Niño ya tenía varios quebrantos. También se daban felicitaciones y abrazos por la Navidad.

La acostada del Niño también se llevaba a cabo en los templos, iglesias y capillas. Igualmente en los asilos, cárceles y manicomios. Previamente se había escogido a los padrinos, quienes eran los encargados de arrullarlo y entregar los aguinaldos y recuerdos a los convidados. Estos “Recuerdos” contenían textos muy significativos:

Recuerdo de la Solemnidad de la acostada del Niño Dios.

Recuerdo de la Noche de Navidad, en que tuve la dicha de conmemorar solemnemente el nacimiento del Niño Dios.

Recuerdo del día en que El Divino Niño Jesús se dignó escogerme como Madrina para acompañarlo en esta Noche Buena.

1951. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

1951. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

El otro momento culminante de la Navidad era la cena de Nochebuena, donde convergían las delicias navideñas: espagueti rojo con queso, la dulce y cremosa ensalada de manzana, los picosos chipotles rellenos de queso, la pierna adobada o la pierna mechada o el lomo relleno, el exótico bacalao a la vizcaína, los aromáticos ayocotes y los buñuelos. En casa de mi suegra eran, además, los romeritos con torta de camarón. De bebidas se consumía la sidra Copa de Oro, el rompope Coronado y refrescos. Al preparar la cena, siempre se procuraba hacer suficiente comida para que alcanzara para el recalentado del día 25.

Pescado Navidad, hoja suelta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Pescado Navidad, hoja suelta. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Buñuelos de Nochebuena, “La Cocinera Poblana”, Herrero Hermanos Sucesores, México, 1907. Biblioteca Lorenzo Becerril A.C.

Buñuelos de Nochebuena, “La Cocinera Poblana”, Herrero Hermanos Sucesores, México, 1907. Biblioteca Lorenzo Becerril A.C.

La flor de Nochebuena o de Pascua, es uno de los símbolos más utilizados para representar la Navidad. Ya en la época colonial, era llamada “Nochebuena” debido a su aparición en diciembre. Se utilizaba en los nacimientos de las iglesias y conventos a manera de adorno. En el siglo XVII, en Taxco, Gro., un grupo de franciscanos las recolectó de los campos donde crecía en forma silvestre, para una procesión conmemorativa de la Natividad, llamada Fiesta del Santo Pesebre. Su belleza se dio a conocer en todo el mundo como un emblema de las fiestas navideñas.

Ramírez, México. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Ramírez, México. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Tarjeta 39+40 (baja)

El árbol de Navidad y el intercambio de regalos aparecieron en Puebla en los años setenta del Siglo XIX. Un medico de origen alemán, Adolfo Schmidtlein (casado con Gertrudis García Teruel) comenzó a disponerlo. En las cartas que les escribía a sus padres él mencionaba que en la Navidad poblana sólo se ponían los nacimientos, pero que por la influencia de su origen europeo él comenzó a montar los arbolitos navideños, así como también propició el intercambio de regalos. Sin embargo, este tipo de costumbres solo se practicaba en círculos muy reducidos. Es hasta los años cincuenta del Siglo XX cuando en la ciudad empieza la usanza del árbol, el intercambio de regalos, los muñecos de nieve y Santa Claus, pero ahora introducidos desde Norteamérica, solo que eso ya es harina de otro costal.

Etiquetas con motivos navideños para envolturas de regalo. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Etiquetas con motivos navideños para envolturas de regalo. Centro de Documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C.

Las tarjetas que deseaban felicidad en la Navidad y prosperidad en el Año Nuevo, y que empezaron a circular desde los años veinte del siglo pasado, las enviaban las personas e instituciones como una forma de agradecimiento a sus benefactores, amigos y clientes. Las tarjetas de felicitación se pusieron de moda desde la década de 1950 y hasta la de 1970; estas se intercambiaban con familiares y amigos y llegaron a formar parte de la decoración navideña, ya que se colocaban en el arbolito. Yo, especialmente, he coleccionado las tarjetas que contienen motivos mexicanos.

Para conocer más sobre el tema de las Navidades Mexicanas, he  incorporado el audio de mi programa de radio Puebla en la Fotografía. La ciudad en una postal, en Radio BUAP,  programa número 82 trasmitido el 19 de diciembre de 2015, donde tuve el gusto de entrevistar a mi querida amiga Guadalupe Pérez Rivero Maurer, quien, en agradable charla, nos habló sobre cómo las familias poblanas “vivían” las navidades. Precisamente esto fue lo dio título al programa: “Las Fiestas Navideñas en Puebla 1950-1970”,.

tenedor

(audio)